El compromiso con la igualdad efectiva: Una responsabilidad esencial en el ejercicio de la abogacía

En Legalia entendemos que el sector de la abogacía tiene una doble responsabilidad en la promoción y defensa de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres: como organización profesional y como agente fundamental del sistema jurídico. Es por ello que hay que tener muy presente el marco normativo en el que desarrollamos nuestra actividad y el compromiso que tienen todos los despachos.

– Marco normativo y compromiso interno:

La Ley Orgánica 3/2007 establece un marco de actuación que los despachos profesionales debemos implementar de forma proactiva:

Planes de Igualdad

  • Diagnóstico de situación exhaustivo que incluya:
  • Procesos de selección y contratación.
  • Clasificación profesional.
  • Formación y promoción.
  • Condiciones laborales y auditoría retributiva.
  • Ejercicio corresponsable de derechos.
  • Infrarrepresentación femenina.
  • Prevención del acoso sexual.

Medidas específicas

  • Protocolos de prevención y actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo.
  • Sistemas objetivos de valoración de puestos de trabajo.
  • Políticas retributivas transparentes con registro salarial.
  • Acciones positivas en formación y promoción profesional.
  • Programas de mentoring y liderazgo femenino.

– Ejercicio profesional comprometido:

Como profesionales del Derecho, nuestra labor dentro de la abogacía debe abarcar siempre:

Asesoramiento especializado

  • Implementación de planes de igualdad según RD 901/2020.
  • Auditorías retributivas conforme al RD 902/2020.
  • Protocolos de prevención del acoso.
  • Medidas de conciliación laboral y familiar.

Defensa jurídica

  • Casos de discriminación directa e indirecta.
  • Vulneración de derechos fundamentales.
  • Acoso sexual y por razón de sexo.
  • Tutela del derecho a la igualdad retributiva.

Formación y sensibilización

  • Capacitación en materia de igualdad para empresas.
  • Actualización normativa constante.
  • Difusión de jurisprudencia relevante.
  • Promoción de buenas prácticas.

– Medidas organizativas específicas:

Como medidas mínimas organizativas no podemos desoír aquellas reivindicaciones que desde la ciencia jurídica y de las ciencias sociales en general vienen evidenciando.

Estructura y organización

  • Composición equilibrada en órganos directivos.
  • Criterios objetivos de promoción profesional.
  • Evaluación periódica de indicadores de igualdad.
  • Comisiones paritarias de seguimiento.

Conciliación y corresponsabilidad

  • Flexibilidad horaria y teletrabajo.
  • Permisos retribuidos más allá del mínimo legal.
  • Adaptación de jornada por motivos familiares.
  • Fomento de la corresponsabilidad.

Prevención y actuación

  • Formación específica en acoso y discriminación.
  • Protocolos de actuación ante situaciones de acoso.
  • Canales confidenciales de denuncia.
  • Medidas de protección a víctimas.

– Impacto social y sectorial:

Los despachos profesionales debemos ser referentes en:

  • Desarrollo de jurisprudencia en materia de igualdad.
  • Participación en foros especializados y grupos de trabajo.
  • Colaboración con organizaciones de promoción de la igualdad.
  • Impulso de iniciativas sectoriales.

– Compromiso con la excelencia en igualdad:

La defensa de la igualdad efectiva constituye un elemento central de nuestra identidad profesional. Es por ello que todos en el sector debemos comprometemos a:

  1. Implementar todas las medidas legales de forma proactiva.
  2. Desarrollar iniciativas innovadoras más allá de la normativa.
  3. Contribuir al avance jurisprudencial en materia de igualdad.
  4. Ser referentes en buenas prácticas para el sector.

– Conclusiones:

La abogacía tiene la responsabilidad de liderar el cambio hacia una sociedad más igualitaria, no solo desde la perspectiva legal en el asesoramiento y defensa de nuestros clientes sino también desde el ejemplo en nuestra propia organización y práctica profesional.

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